Tipos de Cáncer
Actualmente hay identificados un número considerable de recursos naturales y artificiales carcinógenos, la exposición a carcinógenos ocupacionales y ambientales, puede influir en la aparición de cánceres. El control de la prevalencia y el nivel de exposición a carcinógenos ocupacionales y ambientales a través de las medidas generales de prevención, ha desempeñado históricamente un papel más importante en la prevención de cánceres que las medidas individuales de protección. — 69 — Rev Esp Sanid Penit 2013; 15: 66-75 37 D. Salas, R Peiró Evidencias sobre la prevención del cáncer Los cánceres más frecuentes que han sido asociados con mayor evidencia con exposiciones ocupacionales son los de pulmón, vejiga urinaria, el mesotelioma, laringe, leucemia, angiosarcoma del hígado, nariz y cavidad nasal y la piel (no melanoma) 3-4. La mayoría de carcinógenos de trabajo, han sido evaluados por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC de Lyon, Francia). Se ha estimado que en la década de 1990 cerca de 32 millones de personas trabajadoras (23%) de la Unión Europea han estado expuestas a agentes cancerígenos por encima de los umbrales mínimos. Las exposiciones ambientales se refieren generalmente a la exposición de la población general que no puede ser controlada directamente por el individuo3-4. Estos incluyen la contaminación del aire, contaminantes del agua potable, el tabaquismo pasivo, el radón en los edificios, la exposición a la radiación solar, los contaminantes alimentarios como residuos de plaguicidas, dioxinas y estrógenos ambientales, productos químicos de las emisiones industriales, y otros. La exposición puede ser generalizada, como es el caso de la contaminación del aire, o podría restringirse, como sería el caso de las poblaciones que viven en las cercanías de una industria contaminante. Estas exposiciones se han asociado con una variedad de tumores, incluyendo cáncer de pulmón, vejiga urinaria, la leucemia y la piel. El impacto de varias exposiciones ambientales cancerígenas, como el arsénico en el agua potable, no se ha cuantificado, aunque la exposición al arsénico es probable que afecte solo a grupos limitados de población. Los contaminantes del aire, como las partículas finas, se han asociado en varios estudios con un pequeño aumento del riesgo de cáncer de pulmón, incluso en los bajos niveles actuales de exposición en zonas urbanas.
Alrededor del 10% de los cánceres humanos en Europa son actualmente atribuibles a las infecciones persistentes por virus, bacterias o parásitos. Estas infecciones contribuyen fundamentalmente a cuatro tipos de cánceres, el cáncer de cuello del útero, hígado, estómago y tumor hemo-linfopoyético3-4. En la Unión Europea cada año cerca de 25.000 mujeres desarrollan cáncer cervical, se diagnostican 30000 nuevos casos de cáncer de hígado. El Helicobacter pylori (HP) se asocia con un aproximadamente 6 veces mayor riesgo de cáncer gástrico no cardias, lo que significa que de los 78000 nuevos canceres anuales gástricos un 65% puede ser atribuible a HP. El cuarto grupo de cánceres serían los tumores hemolinfopoyéticos, (linfoma no Hodgkin, o leucemias, etc.) diagnosticándose aproximadamente 104.000 nuevos casos anuales y donde se sospecha que algunos agentes infecciosos como Virus de Epstein Barr virus, el HIV o el Herpes simple tipo 8 pueden jugar un papel muy importante en su desarrollo. El conocimiento sobre el papel de los agentes infecciosos en la etiología de varios tipos de cáncer se ha expandido rápidamente en los últimos 30 años, después de las importantes mejoras realizadas para la detección de marcadores de la infección crónica. Por tanto, los tratamientos antibacterianos y antivirales así como los programas de vacunación, representan una importante herramienta contra el cáncer.
Comments
Post a Comment